Sustitución del mástil del velero Pede Vento
Diciembre de 2021Y voilá, habemus nuevo mástil tras varios meses de espera y muchas discusiones sobre la mejor solución.
Mucha gente dijo que podría haber salvado el viejo mástil reforzando la zona agrietada con placas de refuerzo, con refuerzos de carbono e incluso soldando. La primera cuestión era el coste de estas soluciones, la segunda quién las haría y la tercera, la más importante, quién asumiría las garantías en caso de caída del mástil. El silencio decía todo lo que había que decir.
¿Has visto alguna vez la caída de un mástil? El génova despegando, con sus cintas perfectamente afinadas, y nosotros siguiéndolo con la mirada mientras se aleja en el aire hasta que vemos que el mástil se derrumba? ¿Has visto todo el aparejo flotando, las velas llenas de agua, las jarcias y los arrecifes revueltos? Es una desolación total.
Tardé meses en poder volver a navegar en la Santa María e incluso hoy, cuando llega un combate mayor, miro el mástil. No se olvida ni se perdona.
Por lo tanto, mi elección fue sustituirlo, no quiero salir al mar y mirar el mástil cuando las olas crecen y el viento aúlla los cables. También porque la diferencia de costes no es la que tú crees.
Esta sustitución costó 10.200 libras, IVA incluido, y me imagino lo que me costaría hacer obenques de refuerzo de aluminio, trasladar un mástil de 18 metros a un taller (o las idas y venidas de los equipos), para acabar sólo con un mástil remendado.
Como soy un fanático de la seguridad, quiero ir al mar con la certeza de haber hecho todo lo necesario para garantizarla.